lunes, 30 de septiembre de 2013

El corazón en su sitio...


Hace unas semanas hice esta ilustración, muy sencilla pero, la verdad, me encanta. Pedí opiniones a quienes me rodean aunque la respuesta no fue la que me esperaba... Por el contrario a mí, mis allegados creen que el corazón es demasiado "cárnico".

El caso es que hoy he decidido publicarlo, porque, casualidades de la vida, hace unos días vi un documental que hablaba del corazón y ciertas teorías sobre sus capacidades cognitivas. Parece que la mente no está sólo en el cerebro y nuestro corazón también define nuestro ser...

Don Corazón, un buen día se despertó. Y, cansado de latir, decidió cambiar de empleo "Ahora quiero pensar ¡Basta de dejarse llevar!"

Siendo sinceros, fue feliz por un buen tiempo. Pero las tribulaciones de las grandes reflexiones, pronto se le antojaron algo insoportable.

Se sintió perdido, desubicado. Ya no encajaba en ningún lado. Ni sólo latir, ni tan sólo pensar ¡Seguro que habría un modo en el que lo podría solucionar!

Pensó y pensó; latió y requetelatió. Y sin darse ni cuenta, la solución encontró: latir y pensar ¿¡Cómo no lo comprendió antes!?

Y es que hasta hoy, estuvo demasiado ocupado, latiendo o pensando, pensado o latiendo. 

Por fin había alcalzado el equilibrio perfecto.

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